Sabes?. A veces sueño contigo. Sí!. Sueño que tomas mi mano, que salimos por ahí, que caminamos por Santiago, que me detienes en un semáforo y me das un beso. Es en ese momento, en donde me doy cuenta que todo es un sueño.
Pero aun así, sigo soñando. Me gusta soñar contigo.
Bueno, el tema es el siguiente; Seguimos caminando –luego del semáforo- y en eso conversamos, creo que no entiendo o no escucho muy bien lo que hablamos, debe ser de lo enamorado que en el sueño estoy de ti, la pregunta es; ¿Tan solo en sueños?.
Frente a lo anterior, recae mi despertar. Un crudo, ácido y molesto despertar. No sé si te ha pasado antes pero a mi nunca, eso de abrir los ojos y darme cuenta que por primera vez, quisiera estar muerto o en un coma o lo que sea para mantenerme contigo, ahí, en la misma calle, caminando, tomados de la mano.
Yo no te había visto nunca, quizás un par de veces y de ellas te recordaba como una chica guapa, buena y sencilla. Sí, también me gustabas. Pero jamás nunca –y de esto estoy seguro- pensé soñar contigo, de esa manera.
Tus ojos son lo que más me gusta, si. No tan solo en los sueños sino que cuando te veo de verdad, como un amigo, conocido o desconocido, da igual.
Te ríes y yo río, lo que para ti es divertido para mi es increíble y lo que para ti es una mierda, es lo peor del mundo. Debo aceptar que me encuentro en un estado patético, lo sé. En esos estados en donde un ser humano solo desea pensar en esa persona pero al mismo tiempo lo intenta negar. Mujer, me tienes un tanto huevón.
El otro día fue la primera vez en la que salimos, fue un día especial porque de pronto, de la nada, del tiempo al no tiempo y el espacio no espacio te subiste a mi auto, te mire no se como y cuando partimos fue donde me dije a mi mismo; Cagaste!.
Después, estacionamos por ahí y caminamos, sin tomarnos de las manos, tan solo hablando cosas que no escuchaba y atinaba responder con tonteras. Daba lo mismo, para el caso, estaba contigo.
Todo partió en un sueño?. No, no, no. Todo partió con esa salida, me acabo de dar cuenta. Porque luego de ella me percaté, que soñé contigo mi vida entera, solo que ahora, sabía que eras tu quien en sueños me hacía caer, volar, flotar, vivir, despertar, sencillamente despertar.
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