Noche
Tiendo a mirar la noche con cierto resquemor
Porque olvida el mundo, el día, la hora y el sol
Simplemente espero, y no lo hago sin temor
Suelo creer que la espera, es señal de nuestro amor
Tus viajes de poco y nada sirven para mis momentos
Porque ellos inventaron varios y ningún recuerdo
Triste pienso a veces, como nada es como antes
Como si el antes existiese, después de ayer no existe nadie
Creo en dibujos que se inventaron con las grietas
Ellas que se desarrollaron en virtud de tu lejanía
Que te buscaron entre tantas murallas blancas
De negro se tintaron para olvidar cada estaca
No tiene sentido nada mas espero que el amor lo tenga
Pero de la espera invento planetas para de ellos inventar una espera
Sentarme un momento a mirar lo que no pretendo hacer
Reírme de tanto jugar que cuando juegue llore por terminar
Entonces finalmente todo vuelve a comenzar
Desde un inicio que no conozco pero termina en el avanzar
Y entre tantos pasos nos perdemos por ahí
Para olvidarnos uno del otro y de esto hacer un festín.
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Vino
La copa de vino no sirve para recordar
Mas espero que sirva para poder olvidar
Eso decía un borracho a mi lado en un bar
Mientras lloraba con una foto en su andar
Le pregunto quien era y el no quiso esbozar
Una respuesta correcta, simplemente quiso llorar
Y cuando se detuvo se puso a pensar
En como el tiempo ahoga las penas sin ahogar
Entonces de pronto pido una copa también
Para intentar aprender olvidar junto a el
Fue en un primer sorbo donde el me respondió
Que al último que tome, morir era la opción
El vino se hizo hombre y de este un amigo
De un amigo, un hermano y este un vecino
Y un matutino, un nocturno, un aviso
De que más temprano que tarde nos juntaríamos a conversar de lo mismo
Me ofreció un cigarro y me contó de a poco
Que un cigarro era como la mujer de tus antojos
Porque el vino era lo que las velas en la cena
Y el cigarro el fuego para estas encenderlas
Un sin fin escribió hasta que el bar cerró
Fue ahí cuando salimos, tambaleando los dos
Reímos, cantamos, lloramos y amanecimos
Para darnos cuenta que el vino más que trago, es un hermano… un amigo.
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Déjame
Déjame mentir a veces, para hacer de esto una historia
Déjame escribirla a veces, para que nazca por algunas horas
Déjame dormir en ella, para creer que está existente
Déjame despertar escribiendo, para no perderme
Déjame enamorarme de lo que escribo, para creer que lo hago
Déjame sufrir con letras, para saber que escribo
Déjame dejarlas por momentos, para extrañar frente a un lago
Déjame volver a verlas, para leer sin dudarlo
Déjame pensar que vivo, por escribir día a día
Déjeme soñar que sueño, para en las noches seguir
Déjame creer que muero, y mis letras en agonía
Déjame querer morir, para por un papel vivir
Déjame estar en el cielo, y elevarme hasta más no pueda
Déjame escribirle a Dios, a San Pedro y a sor Teresa
Déjame enseñarle a mi abuelo, que aprendí lo olvidado
Déjame darme cuenta solo, que solo nací y he vivido
Déjame inventar un mundo, y creerme Dios por momentos
Déjame inventar un amor, y enamorarme sin miedos
Déjame criar un hijo, que no sepa escribir ni tampoco quiera
Déjame criar un perro, que coma mis escritos y muerda mis tareas
Déjame seguir dejando, la cagada por lo que hago
Déjame pasar las noches, en vela sin darme cuenta
Déjame despertar de nuevo, para dormir entre sorteos
Déjame escribir simplemente, para escribir eternamente.
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