martes, 3 de junio de 2008

Tiempos mozos


Hoy me encontré con la parte de la familia que no conocía. Con gente que en mi vida había visto y que por cosas del destino, fue una de las mañanas más frías pero afectuosas del otoño.
Caminaba algo preocupado, por mi cabeza bailaban mil y un recuerdos que ni yo me acordaba. Era el momento en que uno se tiene que poner los pantalones y hacer cargo de cosas que en veinte años no me atreví.

Llego y está mi abuela, una mujer de edad y que no veía hace ya mucho tiempo. Un par de señoras más, que me miraban como si fuese una reliquia del siglo anterior, pero no. Era el pendejo al que lo tildaban de “Biggi” en época de dictadura y que ahora era más negrito de lo normal. Era lo que ellas veían como un niño y ahora está pronto a ser poco menos papá.

El tiempo pasa, es cierto. Con la muerte de mi tata me di cuenta de aquello, sentí que dejé muchas cosas sin acabar, esta vez, no quería volver a caer. Emprendí el vuelvo hacia donde estaba mi abuelo. Un hombre que en dibujos se mostraba duro, divertido, todo un roble. Ahora se había transformado en un arbusto, postrado en la cama y con una mirada vacía, temerosa y confiable. A su alrededor yo visualizaba cenizas, escoria humana que no podemos dejar, pero que adornan como baldosas el aura personal. Es fuerte, necesario, lindo y a la vez oscuro. Negro y blanco se hacen parte del diseño, el coloca tonos algo más amarillentos.

Salí del encarcelamiento como si yo mismo estuviese internado, luego del Hospital como si hubiese nacido de nuevo. Escape sin arrancar y me apresuré sin correr. Miré el cielo para ver si aún estaba ahí y salte sobre el suelo para ver si volvería a caer … pero esta vez, creo que lo hice mejor que ayer.


Esta es la parte en que yo me pongo a llorar, río a la vez y vuelvo a soñar …

2 comentarios:

andrea miranda dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
andrea miranda dijo...

Hoy puedes hablar lo que a la luna le callaste y ya no hablas más al vacío así .. en esa pared en ese papel hay un trozo de mi que está para ahí inmóvil,para ti.
Es un día dificil no debo dudar ni lo hago tampoco... que podríamos pintarlo más oscuro, espero que tu mano acepte el pincel que te regalo para que de blanco pintes tus páginas para que no sientas que temirnan y yo pueda seguir leyendote
ánimo... te quiero.

pd: recuerda que somos hielo