Y el agua cae como sangre, derramada en el suelo, la que dejó el corazón donde vivía y el amor con quien quería. Caminaste con pasos disfrazados de odio y rencor, y yo me escondo entre los sonidos crudos de los llantos silenciosos y las fotos que inmóviles no hacen más que mirar. Lanzas cada cosa que se te cruza en el camino y creas la cruz en la que Jesús yace nuevamente sin avisar y tú crees e insistes hacer las cosas bien, yo me ahogo con el nudo en la garganta y el temor que me asfixia.
Ayer fue el día en que quise morir y al mismo tiempo escribir el libro más grande de mi vida. Etapas o no, son una mierda y no las quiero pasar, mucho menos dedicarme analizar lo bueno y lo malo, porque de bueno nada y lo malo todo, para mi en todo caso y para ti, que será? … esa respuesta me hace daño, me cohíbe, me deprime, me reprime.
Al mismo tiempo escucho la guitarra cantar y en mi cabeza golpearme a mi mismo, como si fuese un drogadicto en el momento en que neutrones y hurones tienen sexo sin preguntar. Mis puños se confunden con mis ojos, golpean los llantos hasta romper el núcleo final, romper la burbuja, la herida mortal.
Dame un beso para matarme de una vez por todas …
1 comentario:
y morir... de amor?
cómo una trepadora en tiempos de cólera, asfixiante y robusta.
qué sucedió?
asi de fácil es dejar de intentar?
es que ya no quieres entender?
o quizás..
todo va a otro sitio?
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