
Bajando por el tobogán que forma el arco iris de nuestros pensamientos, una lluvia de rosas adornan tus sueños y yo, tan solo sigo despierto. Imagino que somos parte de un cuento corto, de esos que no son ni fomes ni entretenidos, tan solo cortos, para leerlos en el baño o dormir un rato.
Tú, desolazada, intranquila por lo que vendría después de aquella neblina, que tiene lo brazos abiertos para recibirnos. Y me apretas fuerte hasta sentir dolor, tan profundo y tan posterior que alcanzo a dar gracias a Dios. Una mirada, un cerrar y abrir de ojos, otra que se yo, ¿exaltación?
Gritas un te amo y luego yo respiro, sientes el vacío que me dejo tranquilo, casi muerto, de envidia por el dolor que causaste, que cualquier ser humano querría causar. Dame tan solo un minuto, para poder saltar, sacarme la cresta, morir y luego volver a levantarme, vivir, partir, seguir, a ti.
Y cuando termina la fiesta de colores en nuestros culos mira a mi lado y no estás, solo la marca de tú plácida mano que rompió el rumbo, las cosas, la física, la química, tan solo una rutina genial.
Vuelvo a respirar, esta vez por si solo, porque el te amo se desvaneció y tu mano junto a la mía desapareció
1 comentario:
Qué bonito!
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