Nacimiento
Martina cae en una profunda depresión, pero no esas normales en donde uno se quiere matar y luego vivir para saber lo que sigue luego, sino más bien, de esas depresiones sin sentido, sin tener claro todo. No reconoce el pasado ni el presente, menos se pregunta qué pasará en el futuro, porque el esquema es oportuno, solo uno… vivir. La mujer se acerca a la puerta de salida sin tener certeza alguna que es de día.
“Y te tiendes a cuestionar en momentos, para que dormir si sabes quizás que vas a despertar. Porque nadie tiene total conocimiento que al cerrar los ojos vas algún lugar o estético en tu cama te vas a quedar. ¿Porqué si el mundo es horrible vivimos en el?, ¿Porqué te amo si daño me haces ver?...”
Sigue su curso aún sin rumbo, se pregunta varias cosas que sabe y tiene total razón que no tienen respuestas. De su bolsillo, un cigarro, ese mismo que tú utilizas para opacar tus penas. De sus ojos, una lagrima, esa misma que tú señalas cuando cenas. Comes un poco de nosotros y de ellos mismos, Martina en cambio, le apetece únicamente su propio organismo.
“…las cenizas bailan entre medio de la gresca, el humo en cambio se ríe un poco de su propia soberbia, reconocemos que el tiempo no nos ha ayudado, yo entre tanto, de mi mano el “siento” me ha acompañado”
Y ella camina sin parpadear, mientras el horizonte reconoce su palpitar, ella ríe sin llorar, como no muchos lo hacen acá. Se da cuenta a medida que crece su andar, que el nacimiento está próximo a comenzar.
“Y no quiero regalos ni besos, premios ni obsequios, unas que otras felicitaciones ni menos cuidados obscenos. Solo pido un poco de atención, para la lástima que muestra mi depresión, ¿Notas algo distinto?, eso mismo yo también lo digo…”
Ahora la niña más linda del mundo te da a entender, una de las tantas preguntas que quizás pensabas hacer, ahora bien, no está todo prescrito, porque ella te ama y tú; ¿Qué has dicho?
Martina termina como comienza, entre medio de árboles y envuelta en un ciclo de mierda, de esos que ella quiere salir, pero a la vez ser parte… de ti
1 comentario:
Es la interminable búsqueda del sentido...
Y lo peor, es que volvemos, volvemos y volvemos a empezar, pero parece no servir de nada.
Beso en la guatita.
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