“Somos parte de un ciclo de mierda, de esos que todos queremos salir pero a la vez ser parte. Somos parte de un ciclo de mierda, el mismo del que creí y por el cual lloré, una historia sin fin”
Todo comienza con la mujer sentada en un esquina de un parque no muy concurrido, ella sola, con 21 años de edad pensando si el futuro vale la pena y si es que el presente será un pasado extrañado. Mira, fijamente, una hoja, da igual de que árbol, lo importante es la hoja, el detalle una gota, de esta gota florece la historia.
“Porque la gente me espera y yo no espero nada, cuando lo espero llega y cuando no quiero no me aguanta, es así la vida, un día tranquilo quizás sin mucho sol, tan solo con ganas de tomarme una chela y sin decir adiós”
La mujer se muestra un poco intranquila, como si tuviese ganas de levantarse pero sabe que no puede, porque esta gota que enfocamos anteriormente ya es parte de ella, siente que debe proteger, la mira con ternura y luego con odio, luego sonríe el suelo, fuma un poco de su cigarro y mira el cielo.
“No pido explicaciones siendo que quiero respuestas, pero tampoco quiero respuestas ya que sé que son preguntas, como todo nombre una persona y esa persona cuanto daría que no tuviese nombre, una identidad falsa, una mirada que no ve, una palabra absurda, una risa sin mentir”
Aquella gota regalona ya se hace parte de otro ambiente, porque calló y se pierde, entre medio del suelo, la mujer no llora ni ríe, tampoco habla ni se queda en silencio, su mente le conversa pero ella no actúa, solo atina a levantarse y caminar sin preguntarse a donde ir...
1 comentario:
Odio los ciclos y odio las contradicciones, y me contradigo, y sigo el ciclo...y nos aferramos a lo más hermoso, que es lo más débil, y nos sentimos perdidos al dejarlo ir...
Negrito lindo... espero la segunda parte para averiguar a donde fue esta mujer, tan imaginaria y tan familiar a la vez.
Besito.
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