para mamá

Hoy estuve en ese lugar, en el que me siento libre, en donde quiero tirarme, sentir el viento en mi cara y soñar con cuentos que narran del placer de volar. Yo sabía lo que venía, lo absurdo de todo fue que en un momento, pero tan solo un momento, creí que quizás las cosas serían diferentes. 

Cuando el viento se escondió, me di cuenta que no.

A medida que la tarde caía y el sol hacía lo propio por mantenerse de pie, yo me despedía. Caminaba con rumbo desconocido, con algo de miedo, bastante la verdad, pero lo disimulaba muy bien.

No quería regresar, pero no era por el lugar si no que tenía claro que si regresaba, todo iba a pasar.

Esta bien, yo sé que cometo errores y hartos, también sé que de muchos de esto aprendo y que incluso causo daño con ellos. Solo creo que esta vez, no fui yo quien se equivocó.

Es duro mirar de frente y más duro se torna cuando sabes que te van a escupir en tu cara, incluso es peor cuando no puedes además hacer nada. Eso es lo que me pasa, y no es en vano, yo lo sé o al menos eso es lo que quiero creer.

Ahora que llegue estoy con gente y solo a la vez. Encerrado en mi propia burbuja, que fue lo que me trajeron del viaje y bueno, más ganas de llorar y escapar … pero no puedo, por más que quiero no puedo …

… Intento escuchar y no logro sentir más que murmullos básicos, y de la misma forma te juro que trato de entender. Lo único en limpio que logro sacar, es que hay escenas en esta película en las que prefiero obviar.

No es bueno pensar, a veces pienso eso. Creo que por lo mismo llego a soñar despierto - muy pocas veces durmiendo - y desear con gusto en que se hiciese realidad todo por un minuto, quizás tan solo un maldito segundo.

Se abre la pieza del fondo y el terror se apodera con ira y pido perdón a Dios para intentar evitar todo esto. Palabras de cinismo un poco más fuertes y no quiero escuchar simplemente.

El corazón se acelera al son de unos pasos, estos al desvanecerse me alivian. Pero de lejos, porque de cerca no me tranquilizo.

Tengo hambre y no puedo comer. No es que no tenga comida, sino que no sé como comer.

Escuche llantos, sentí penas. En ningún momento de la misma playa con arena imaginé alegrías.

Y es otra vez la puerta y son otra vez esos pasos. 

Y que vuelvo a pedir al Divino y que cierro los ojos y los abro.

Y que miedo disfrazado de angustia y …

… silencio.

Cuando era chico le tenía mucho miedo al silencio, ahora en cambio, me gusta, me agrada, incluso me atrevería a decir que estoy enamorado de el.

Puede que la razón sea que es el único que no grita ni que tampoco trata de destacar al hablar … el, es tan solo cuestión de escuchar.

No sé que paso, que pasa ni que pasará. Tengo respeto por el futuro pero no quiero conocerlo.

Es de nuevo la puerta, pero esta vez se cerró!. Y los pasos moribundos me amenazan … no quiero más de esto, pero de tanto vivirlo me queda gustando, hasta el punto en que el silencio arranca y no puedo ir a buscarlo …

… llámame masoquista o talvez loco …

… ya que tu era quien crea el bien.

Pero tan solo por un poco.