No sé si les ha pasado queridos, pero es fuerte ver como una persona se va de nuestras manos, de nuestros abrazos, de nuestros ojos. Es difícil ver como el cuerpo se muta en agua, en líquido que escurre entre nuestros dedos, de lejos - o de cerca - .
Lo más complejo de todo es el decir adiós, y no poder, por sobre todo, ni más pensar esa palabra. Tan corta pero tan larga, sin más significado que cerrar un ciclo, un capítulo o simplemente todo un libro.
Es penoso recordar la historia, cuando haz sido parte de ella. No parte de tan solo de lo que se escribe, sino también lo que se vive, se muere, se aproxima, se aleja, se olvida.
Un beso de despedida y no lo obtuve, de tus labios ni de los míos. Y duele sin dolor, es un sinsabor con amargo tono, y un sonido fuerte pero sin ruido. La caída más dolorosa, pero a la vez, la más placentera … tiempo después dicen.
Y saber que sigues en vida es lo peor de todo. Asesinando ilusiones y corazones, dolores y amores. La envidia persiste al saber …
… al saber que fui yo quien más sufrió con todo esto, tu experimento perfecto, tu placer de saber que aún te quiero.
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